El acoplamiento en línea de estos cuatro caballos que se muestran en esta vista cumplió con reglas específicas. El primero a la cabeza, el más alejado del carretero, era el caballo más enérgico pero también el más obediente. Era él quien regulaba la conducción del equipo. El limonero cerraba la marcha, era el caballo más fuerte de los tres.

Tarjeta postal, n°58, ND, Classeur 2, Archivo Municipal de Roissy-en-France, digitalización RDVA
Tarjeta postal, n°12, 1905, Classeur 2, Archivo Municipal de Roissy-en-France, digitalización por RDVA

Estamos en 1905. Los niños están reunidos en la plaza. El alcaide está alerta. La bandera del ayuntamiento está a media asta. La historia no nos dice por qué circunstancia. En este edificio construido en 1836 se encontraba el ayuntamiento, las escuelas y viviendas para profesores. El reloj y las campanas situadas en el campanario proceden del antiguo invernadero de naranjos del castillo. La Poste ocupa actualmente este edificio.


Un vecino te cuenta un recuerdo:

En inglés :

“¡Ahora estás en el corazón del pueblo!
Eche un vistazo a la Oficina de Correos: este edificio, construido en 1836, una vez albergó el antiguo ayuntamiento, pero también escuelas y alojamiento para profesores. Está coronado por una linterna llamada “La Séquence”. ¿Sabías que este farol ahora sostiene una de las 3 campanas del antiguo castillo del pueblo?
Antiguamente "place de la mairie", hoy "place du Pays de France", este lugar de paso siempre ha sido muy animado, en particular gracias a la escuela, las tiendas y los servicios administrativos.
Hasta la década de 1960, inmediatamente después del final del año escolar, una particular efervescencia animaba este lugar la semana del 14 de julio. De hecho, aquí es donde se celebró el carnaval. Mi abuelo me hablaba a menudo de estas tardes al aire libre...
¡Ja, sí, es verdad! En la noche del 13 de julio, hubo una procesión con antorchas y faroles, así como un baile popular que atrajo a todos los habitantes de los alrededores. Para la ocasión, ¡todos se pusieron su mejor disfraz!
Columpios, caballos de madera, coches de choque, campos de tiro, loterías y golosinas permitieron, con la complicidad del sol de julio, aprovechar al máximo el momento.
Una vez finalizada la fiesta, todo volvió a la calma y Roissy volvió a la cosecha ya su rutina agrícola.
Pero dos meses después, a mediados de septiembre, la mañana del inicio del curso escolar, delantales y carteras nuevos, ¡las risas y el alboroto recobraron sus derechos en esta plaza! »

Todos los derechos reservados. Los textos están escritos por Henri HOUMAIRE 

Encuentra el mapa completo del curso aquí.